Qué poco pensamos a veces en la Virgen María, qué poco hablamos de su valentía o de su confianza en el Señor. Hoy celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, día en que María, una joven a punto de ser desposada, recibe la visita del ángel Gabriel, portador de la Gran Noticia: María va a ser la Madre del Hijo de Dios.
Cualquiera de nosotros, ante tal cometido, puede pensar “qué vértigo”. ¿Cuántas veces nos acobardamos ante los designios que nos encomienda el Señor? Mira a María. “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su Palabra”. Hoy celebramos el SÍ de nuestra Madre. Así que cuando pienses que algo te viene grande, cuéntaselo a la Virgen. Con toda sinceridad: “Mamá, esto me queda grande, necesito que me ayudes”. Una madre jamás desampara a su hijo.
No te olvides de recordarle lo mucho que la quieres, lo mucho que la admiras o lo mucho que te hace falta. ¿No vas a las Horas Santas los lunes? Adórala a ella también, reza el Santo Rosario o tírale un beso de vez en cuando.
Se han hecho muchas películas sobre la vida, obra y Pasión de Cristo. Hoy te invitamos a sumergirte en el cine para contemplar la figura de María, a través de “La historia de la Natividad”.