Perdonar y pedir perdón. Vivir mirando con los ojos de Dios. Si fuésemos conscientes de cómo Dios nos ama, del trabajo que hace con cada uno de nosotros, nos sería súper fácil perdonar. Si conozco mis faltas, y el trabajo que me requiere salir adelante, y de cómo Dios me moldea, sería capaz de ver en los demás como Dios hace el mismo trabajo con el que tengo al lado. Conocer mis límites me hace entender los límites de los demás, y amar más como Dios me ama.
Ojalá, al igual que Mackenzie, dejemos que Dios toque nuestro corazón, moldee nuestra vida, y que seamos conscientes de que Él siempre está con nosotros, acompañándonos en cada paso que damos. Que seamos capaces de amar nuestras heridas, nuestras cruces, que las cojamos y vivamos siendo conscientes de ellas, para así, ser conscientes también de las cruces de quien camina a mi lado.
Hoy te pido Señor, que me abras los ojos y el corazón a tu presencia, y que como Mac, viva un encuentro contigo que me haga verme en la forma que Tú amas, para poder así amar más a los demás. Gracias Señor.